Una tradición nacida de un genio del marketing: la sigla KFC Kentucky For Christmas ha convencido a millones de japoneses de comer pollo frito en Navidad. Es un menú fijo, un poco menos de 35 dólares por pollo, vino, pastel y champán: pero hay que reservar, de lo contrario se hace imposible encontrar un lugar en las 1000 tiendas del Sol Naciente.